Lo bueno del poker es que no es como los demás deportes. Reconocido como deporte mental, no hace discriminación por sexos y en cualquier campeonato podemos ver compitiendo juntos a hombres y mujeres. Y aunque es cierto que el número de jugadores masculinos es bastante mayor en las competiciones, ya hay mujeres que han marcado camino y que han sido líderes en el tapete verde. Vanessa Selbst ha sido pionera en el juego del poker, y no solo por ser la única mujer que ha llegado al número uno del ranking del Global Poker Index, sino porque no tuvo reparo en hablar sin tapujos de su orientación sexual, lo que ayudó a abrir la puerta a otros jugadores para salir del armario.
Biografía de Vanessa Selbst
Sus padres ya llevaban en la sangre lo del juego de naipes ya que se conocieron jugando al bridge.
Para Vanessa Selbst, todo empezó en la Universidad de Yale, donde llegó para estudiar Ciencias Políticas y donde comenzó a jugar al poker gracias a la afición que había fuera de las aulas. Allí,
Selbst jugaba al poker junto a su amigo Alex Jacob, otro grande del poker americano que también se dejó ver en el concurso televisivo Jeopardy! con el que llegó a ganar «El Torneo de Campeones» llevándose el premio de 250.000$.
Vanessa nació en Nueva York y, tras graduarse en Yale, pasó un año en España gracias a una beca Fulbright para hacer una investigación sobre los derechos de los homosexuales en nuestro país. A su vuelta, comenzó a trabajar en una consultora y volvió a Yale para licenciarse en Derecho, consiguiéndolo en 2012. Seis años antes, en el 2006, apareció en la escena de la World Series of Poker donde, antes de ser eliminada en una séptima plaza, consiguió ganar a Carlos Mortensen, uno de los únicos dos jugadores españoles (el otro es Adrián Mateos) que tiene un brazalete de la WSOP. Dos años después, en el 2008, consiguió su primer brazalete y comenzó su carrera profesional; a este primero le siguió otro en el 2012 y otro en el 2014 con el que se llevó un premio de 871.148$.
Al palmarés americano de la jugadora del poker también se suman victorias conseguidas en torneos europeos, como uno disputado en Praga en el 2013, el UKIP de ese mismo año (torneo que se juega por Reino Unido e Irlanda) y el más del millón de euros que consiguió ganando el Partouche Poker Tour disputado en Cannes en 2010.
Después de 12 años jugando al poker, las ganancias que la neoyorkina ha conseguido con los naipes han alcanzado los más de 11 millones de dólares. Además, ha sido la mujer de la historia que más dinero ha obtenido con el poker y los últimos puestos de Selbst en los diferentes rankings han sido una cuarta plaza en la lista de los jugadores con más ganancias de Nueva York, el número 27 en la lista de los estadounidenses y el número 13 en el ranking de los jugadores más populares.
Vanessa Selbs no es solo una buena jugadora sino que también es una jugadora muy popular, y eso lo ha conseguido, en parte, gracias a su personalidad: se lo ha ganado a pulso al valorar su vida personal tanto como la profesional. Por eso, Vanessa Selbst nunca ha escondido ser homosexual y su novia siempre la ha acompañado mientras competía en los diferentes torneos. En 2013, Vanessa Selbst y Miranda Foster se casaron en una boda que se mostró al mundo sin prejuicios.
Su naturalidad para hablar de su vida privada sirvió para allanar el camino y que otros compañeros del poker pudieran dejar atrás sus miedos para dar el paso. El jugador Jason Somerville habló públicamente de su homosexualidad en su blog en el día de San Valentín del 2012, siguiendo la estela de Selbst y aconsejado por el también jugador Daniel Negreanu. Además, Vanessa es una firme defensora de los derechos humanos y ha puesto su granito de arena ayudando a promover la igualdad con su fundación Venture Justice y ofreciendo servicios legales a los más desfavorecidos a través de la organización Urban Justice Centre.
A principios de año la jugadora anunció su retirada del poker tras 12 años de profesión. El peso de su decisión lo ha llevado su vida personal, ya que ahora prefiere crear un lugar estable donde vivir y en el que poder crear una familia. Además, ya no se siente cómoda como embajadora de este deporte mental y ha decidido cambiar de campo yéndose al sector de las inversiones, una profesión a la que Selbst considera similar al poker por la necesidad de controlar las emociones, la importancia de la gestión del bankroll y porque cualquiera puede invertir desde el salón de su casa, como sucede al descargar un juego de poker para jugar desde el ordenador.
Vanessa Selbst se retira pero ha sido pionera en un deporte en el que históricamente han dominado los hombres. Hay otras compañeras de mesa que continúan su su aventura compitiendo en el tapete verde, como la inglesa y licenciada en astrofísica Liv Boeree, la ex jugadora de hockey sobre hierba y ganadora de la medalla de oro en Pekín Fatima Moreira de Melo, o la española Leo Margets, que acaba de sacar un libro donde enseña a aplicar las enseñanzas del poker a otros aspectos de la vida como la compra de una casa o incluso en las relaciones de pareja.
